El columnista desconocido | Independencia cultural
Son innumerables los sectores golpeados gravemente por los efectos de la pandemia: el retail, las inmobiliarias, el turismo, el transporte y la gastronomía son solo algunos ejemplos de ello. A ese mismo lote de actividades que han sufrido todo el rigor de las cuarentenas pertenecen buena parte de las actividades culturales y entre ellas el teatro.
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La primera reacción ante el desastre económico que esto ha producido en las huestes teatrales fue mirar al Estado y a su brazo del Ministerio de la Culturas, las Artes y el Patrimonio (less is more no aplicaba aquí, parece). Así fue cómo rápidamente se levantaron voces de actores y actrices de prestigio solicitando ayuda para el gremio dada la situación que estaban enfrentando. El pedido venía por supuesto con la manida frase de que en Chile nadie se preocupa de la cultura. La Ministra presionada por estas voces conocidas balbuceó unos cuantos “estamos muy preocupados, vamos a analizarlo”, para rápidamente desaparecer de escena (no pun intended) ante la magnitud de las necesidades en todo el país y probablemente por la poca acogida que tuvo en redes sociales esta solicitud de ayuda a un grupo particular cuando el desastre era generalizado.
Mientras buena parte del gremio miraba al Estado la productora The Cow Company junto al escritor Rafael Gumucio se lanzaron desde mediados de abril a estrenar cada viernes una obra de teatro original (y uno que transpira para sacar esta columnita) escrita especialmente para ser actuada y transmitida vía Zoom. El resultado ha sido espectacular, más de 800 conexiones cada viernes (lo que deben ser alrededor de 2000 personas viendo la obra) con repetición los días sábado que sumarán otras tantas. La fórmula mágica ha sido el ingenio y desparpajo de Gumucio y un elenco estable con Luis Gnecco, Amparo Noguera y Gabriel Urzúa que asumen el desafío con talento y mucho oficio. Terminada la obra el público interactúa con los actores y con Gumucio. Este columnista no es una gran hincha de “más que una pregunta tengo una opinión”, pero debo reconocer que el intercambio es respetuoso y alegre ambas cosas que escasean y se agradecen en estos días.
Como las buenas ideas se copian, han surgido iniciativas de otras compañías de teatro nacionales haciendo lo mismo, pero lo más sorprendente es el éxito internacional. The Cow Company acaba de licenciar el formato y las ya 15 obras escritas por Gumucio se estrenarán en Colombia vía Zoom con actores colombianos. Parece estarse abriendo un mundo para el desarrollo de la actividad teatral de alcances insospechados. Cuando se destaquen los emprendimientos realizados en los tiempos duros de la cuarentena, éste tiene que estar en la parte de arriba de la lista.